La relación entre Alejandro Sanz y su novia cubana, Rachel Valdés, crece a pasos agigantados. Tanto es así que podrían dar una buena noticia a sus seguidores muy pronto. Y es que están tan enamorados y son tan felices que desde el entorno del cantante ya apuntan a una posible boda o, incluso, a su deseo de tener hijos juntos.
La artista se ha convertido en uno de sus pilares fundamentales. El madrileño incluso la considera la mujer de su vida, según señalan fuentes cercanas a Sanz a 20 Minutos. Ambos están en un momento idílico de su relación y estas Navidades, las primeras que han pasado juntos, les han unido aún más. El intérprete de Amiga mía está muy satisfecho con su relación porque a pesar su compromiso, considera que goza de una gran libertad.
Desde el entorno del cantante aseguran que Alejandro es un hombre de impulsos, por lo que no descartan que en los próximos meses sorprenda con una importante noticia. Bien podría ser sus intenciones de dar el «sí, quiero» a Rachel o quizás las de ser padre por quinta vez: «Ninguna de las dos opciones que me planteas son descabelladas, más bien todo lo contrario», aseguran al ser preguntados por este asunto.
La relación entre la polifacética artista y el cantante comenzó después de que Alejandro pusiera punto y final a su matrimonio con Raquel Perera, madre de dos de sus cuatro hijos, Dylan y Alma.
Aunque Sanz y Valdés mantienen su noviazgo en un segundo plano, ya hicieron su primera aparición pública el pasado mes de noviembre cuando asistieron juntos a los Premios Grammy Latino. Asimismo, han disfrutado de momentos muy especiales, como sus días de pasión en las playas de la Riviera Maya y sus días de desconexión en la finca que el cantante tiene en Extremadura.